En un día como hoy, hace ya 17 años, 35.000 corazones fuertes y convencidos se atrevieron a ser apoderados por el “NO”, es decir, cuidaron en cada urna de cada recinto de votación del país, que la libertad, la ilusión y el futuro de un Chile nuevo y con mejor rumbo se comenzara a construir.Estas chilenas y chilenos, en su mayoría jóvenes, fueron algunos de los miles y miles de trabajadores de la esperanza que lograron abrazar el triunfo del plebiscito que dirimía entre dictadura y democracia.
Es un día para celebrar, especialmente para aquellos que siempre creímos que la recuperación de la democracia era posible. Ojalá que aquellos otros que se la jugaron porque el dictador siguiera haciendo de las suyas, compartan con la gran mayoría de las y los chilenos que el triunfo del “NO” y los gobierno democráticos le han hecho bien a Chile.
Con un lápiz y un papel se cargaron las armas de la paz. Sin miedo, sin violencia Chile le dijo “NO” a las aspiraciones de Pinochet, de sus socios y colaboradores de seguir acumulando poder político y económico en forma ilegítima y vergonzosa.
Hoy Chile goza de libertad, es dueño de su propio destino y aspira a cosas mucho mayores. Sólo depende de cada uno de nosotros, de hacer un compromiso por cuidar esta democracia, hacernos cargo de que nuestro país sea el país bueno que queremos para nuestros hijo e hijas. Ese es el gran incentivo y energía que me impulsa a aportar, desde mis ámbitos laboral y social, por que Chile sea ese país que abriga esperanzas y construye futuro real, innovador, creativo y justo para todas y todos.
