Ser joven en Chile no es cosa fácil. Inmersos en una sociedad que gusta de los estereotipos los jóvenes son asumidos por la opinión pública como “irresponsables”, “indiferentes” y “flojos”, características que a la hora de enfrentar el competitivo mundo laboral se confabulan contra ellos para cerrarles las puertas del trabajo.
Para cada joven la inserción laboral es todo un desafío; una cruzada quijotesca cuando sólo se tienen 18 ó 24 años y se solicita una entrevista de trabajo. No sólo se deben franquear estos prejuicios, que distan mucho de la percepción que tienen de sí mismos, sino atravesar la gran barrera... esa pregunta que castiga el ímpetu juvenil... ¿Cuál es su experiencia laboral?.
Según estudios realizados por el Injuv, el 76% de los jóvenes de la Región de Tarapacá se sienten discriminados por su falta de experiencia laboral a la hora de solicitar un trabajo. Sin embargo, esta “falencia” en manos de un buen empleador puede ser revertida por las numerosas capacidades y aptitudes que le son inherentes a todo joven.
La juventud no sólo está capacitada para entender el agitado ritmo de la evolución tecnológica, sino que posee la predisposición al cambio y el potencial para incorporarlo en su cotidianeidad, así como también es muy capaz de asumir los nuevos desafíos que les impone el convulsionado mundo en que interactúan. Para la juventud es muy importante sentirse acogidos y valorados por sus pares y jefes; con pequeños gestos un trabajador joven dará el 100% de sus capacidades en su trabajo Existen muchas experiencias exitosas que demuestran que cuando se apuesta por los jóvenes los resultados son muy positivos. Es más, cuando han sido capacitados y potenciada la autogestión despliegan no sólo su eficiencia, sino cualidades tales como la solidaridad social y el compañerismo.
Los estudios del Injuv indican que las razones que motivan a las y los jóvenes a trabajar, apuntaban a que lo hacen para ayudar o mantener a su propia familia y a sus padres, y obtener dinero para sus propios gastos. Las por las que no buscan trabajo son desconocidas (32,5%), frente al 16,8% que declara no haber encontrado; el 13,3% que no tiene interés por ahora; el 13,1% no tiene necesidad de hacerlo y el 9% que señala no tener con quien dejar a sus hijos. Mientras tanto, la mayoría cree que a los jóvenes se les paga poco en los trabajos y que el mercado laboral confía más en gente experimentada que en los mismos jóvenes. Sin embargo, asumen con un importante optimismo las preguntas sobre “la percepción del mercado laboral”. El 84% se siente optimista y el 77% preparado.
Sin embargo lo anterior, prevalece más la distancia que el encuentro en el vínculo entre la juventud y el empleo. Este segmento es el más afectado con la desocupación, especialmente cuando muchos ni siquiera han terminado sus estudios o provienen de hogares con bajos ingresos. La tendencia en los últimos dos años indica que el desempleo entre los jóvenes de 15 a 24 años alcanza un promedio de 22%, doblando el promedio de la tasa nacional. Mientras que entre los 25 a 34 años la desocupación promedia el 12%.
Según el Ministerio del Trabajo, el 86% de los jóvenes de entre 15 y 19 años y que se encuentran ocupados o buscando trabajo, no estudia. Además, un poco más de la mitad de ese grupo no ha completado la Educación Media. El no contar con estudios, condiciona una buena inserción laboral. Es ahí la importancia de los 12 años de escolaridad obligatoria impulsada por el Presidente Ricardo Lagos, que busca enlazar el nivel educacional y la mejor calidad del empleo, sustentado además en que la Encuesta Casen ratifica este hecho, confirmando que a medida que aumentan los niveles de estudios, las personas incrementan sus posibilidades de ingresar al mercado laboral
Para generar mejores condiciones de empleo juvenil, se debe incentivar el trabajo independiente, la autogestión y el emprendimiento. Es así como es preciso abordar la incorporación de más jóvenes en el mercado laboral, flexibilizando las relaciones laborales, lo que permitiría compatibilizar el trabajo con los estudios. A pesar de que existe un proyecto de adaptabilidad laboral en la Cámara de Diputados desde hace ya varios meses, no existe consenso aún. Esta es una oportunidad del mundo político para con la juventud, en abrirles mejores condiciones para el ingreso al necesario pero esquivo mundo laboral.