martes, 30 de enero de 2007

El Encuentro entre lo Humano y lo Tecnológico

Cada vez resulta más complejo intentar explicar y concretar una posición tecnológica que se aleje del contexto social, político, económico e ideológico en el que se desarrolla. Desde esta perspectiva, la historia de las civilizaciones es la historia de sus tecnologías, donde las tecnologías transforman al mundo, tanto a las personas que viven en él como en sus instituciones y paisajes.

Ello ha pasado con cualquier tecnología, como la del automóvil que cambió la fisonomía de nuestras ciudades, y ocurrirá sin lugar a dudas con las denominadas nuevas tecnologías de la información y comunicación.

En oposición al movimiento de la corriente del determinismo tecnológico, que se moviliza alrededor de la idea de que la tecnología determina la historia y la evolución social de la sociedad, empiezan a desarrollarse nuevas ideas de pensamiento que tienden a establecer relaciones de interdependencia entre la tecnología y la sociedad.

Desde la perspectiva del determinismo tecnológico, la idea de progreso que se presenta es unidireccional, es decir, el Progreso Científico conduce al Progreso Tecnológico. Por medio de este se accede al Progreso Económico, el que finalmente permitirá avanzar hacia el Progreso Social.

Con clara oposición al determinismo tecnológico, nos encontramos con la corriente denominada Estudios Sociales de la Ciencia y la Sociedad, o Estudios sobre Ciencia y Tecnología, identificados con las siglas CTS. Desde esta corriente se ofrece la idea de que toda innovación tecnológica nace en un contexto social específico, el cual a la vez se va a ver condicionado por el mismo. En consecuencia no se admite la independencia de la tecnología y la sociedad, ni la predominación de una sobre otra, sino más bien la interacción e influencia conjunta de ambas.

Esto sirve como elemento para justificar las relaciones entre lo humano, lo tecnológico y lo cultural, de manera que la separación de una de ellas resulta compleja, de forma que es difícil distinguir lo “tecnológico” de lo “humano”, ya que lo tenemos dentro (tecnologías médicas, alimentos elaborados), cerca (teléfonos) y fuera (satélites) de nosotros. A veces la habitamos (oficinas con temperaturas controlada) y otras nos habitan (marcapasos). A veces parece ser un apéndice o una prótesis (gafas) mientras que otras es el ser humano el que parece ser un apéndice.

Hoy, en la era de la globalización, de las comunicaciones y la modernidad, lo humano y lo tecnológico son parte de un mismo proceso, paradójico, complejo y dinámico, que permite mirar lo que sucede en nuestro entrono no sólo desde una mirada unidimensional, sino más bien desde la esfera del encuentro casi indisoluble entre el desarrollo de la humanidad y el desarrollo de las tecnologías. Unidos desde siempre, hoy es el turno de las Tecnologías de la Información y la Comunicación TIC’s.