Las imágenes del Palacio de Gobierno quemándose y de los Hawker Hunter atravesando el cielo nublado de esa mañana son inolvidables, especialmente para aquellos que lo vivieron.
Muchos ya no están, muchos aún claman justicia por los abusos, las matanzas y las persecuciones. Se requieren muchos más días, semanas y quizás años para sanar una herida tan profunda que ha marcado nuestra historia como país y también nuestra identidad como chilenos.
“Para que nadie pierda la memoria
Porque soy parte de esta historia
Están mis hijos, mi mañana
Mi mañana, mi mañana”…
(R. Márquez - P. Valdivia). Illapu.
El fatídico martes 11 de Septiembre de 2001 se produjo en Nueva York el atentado más terrible de la historia reciente, que dejó casi tres mil víctimas fatales y arrasó con el mayor símbolo del poder económico de Estados Unidos, el Word Trade Center.
Ese día, la sorpresa por la insólita noticia de un avión que chocó contra las Torres Gemelas fue dando paso al estupor por los acontecimientos que llegaron en directo a las pantallas del todo el mundo. Al día siguiente las portadas de los diarios de prácticamente todos los países dieron cuenta del horror que causó el hecho.
Durante los años transcurridos desde el 11S, el régimen de George W. Bush invadió Afganistán e Irak, desplegando una controvertida “guerra al terrorismo” a nivel global.
Sin embargo, aún no logra capturar a quien sindica como el autor intelectual del ataque Osama Bin Laden, líder de la red Al Qaeda.
Golpe de Estado, dictadura, asesinatos, torturas, terrorismo, víctimas inocentes, destrucción de países, abuso militar, son palabras, conceptos, ámbitos que sintetizan los 11S, estas fechas que han marcado la historia de la humanidad. Son acontecimientos en que la intolerancia, la irracionalidad, la ambición, el poder, el fundamentalismo extremo han dejado su cicatriz en la historia de países, de familias y de miles de personas.
La tarea de construir futuro es dura y compleja en el mundo convulsionado en que vivimos. Es por eso que esta tarea abre también oportunidades de recrear nuevas formas de hacer comunidad, de hacer sociedad. Ya hay hombres libres y buenos construyendo ese futuro, guiados por arquitectos que han proyectado cimientos sobre columna más fuertes y fraternales.
Hagamos fuerzas para que así sea, que estos 11S nunca más se repitan, para que nuestros hijos e hijas tengan la posibilidad de mirar su futuro y alcanzarlo. Es esto lo más importante que nos debe llamar a comprometernos.
1 comentario:
Los atentados terroristas son siempre -o deberian serlo- una cobarde manifestacion de violencia gratuita. Lamentablemente en apises como los Estados Unidos (donde vivo desde hace cinco anios) hay una diferenciacion entre buenos y malos terroristas, incluso se esta buscando el modo de proteger y dar asilo a un reconocido terrorista como Luis Posada Carriles.
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