En ese contexto, valoro el estudio denominado “Tolerancia y No Discriminación", realizado por el Gobierno en el cual se logra constatar que los chilenos discriminamos a los pobres y a los jóvenes. Los pobres son percibidos negativamente, pues se valora a las personas principalmente por su condición socioeconómica. Esta es una discriminación menos visible que las tradicionalmente atacadas o citadas por los grupos de presión, sin embargo, los resultados requieren atención.
La valoración de las personas por su condición socioeconómica como forma de valoración de lo que es cada individuo en sí mismo es el hecho complejo de entender, el que está presente en lo cotidiano de nuestras vidas. Es inquietante, pues con la pregunta ¿dónde vives?, se responden al menos ocho temas que van definiendo el nivel de segregación que se sufrirá.
Además, más del 50% de los entrevistados cree que los pobres son pobres "porque no se esfuerzan lo suficiente". Y también sorprende que el 35% de los consultados afirme que "en Chile siempre van a existir diferencias de clase, así que es mejor acostumbrarse a cada uno en su nivel, sin buscar entremezclarse".Esta actitud se repite incluso a nivel de discriminación de los inmigrantes (la tendencia a segregar a los inmigrantes peruanos y bolivianos, y no a los europeos, ya que generalmente poseen mayores ingresos).
También la juventud es estigmatizada: 65% piensa que los jóvenes necesitan "mano dura" porque han perdido respeto a todo y, a su vez, los encuestados creen que el 60,3% de los chilenos "ve a los jóvenes ligados a la delincuencia y la drogadicción".El sondeo muestra, eso sí, avances en temas como la aceptación de homosexuales y de los enfermos de VIH-Sida.
La contraparte es la percepción de un alto nivel de discriminación -por diversos motivos- en los lugares de trabajo, que es señalado como el sitio más recurrente donde ocurre la segregación.
Esta investigación, un estudio de campo, fue encargada a la empresa IPSOS por el Ministerio Secretaría General de Gobierno en el mes de Diciembre de 2005, y constó de una encuesta telefónica de 607 personas en el Gran Santiago.
2 comentarios:
Sr. Canales, sólo decirle que estaba flojo en su blog y lo entiendo pero ahora en su nueva posición tiene la responsabilidad de compartir sus saberes y proyectos. Un abrazo
La discrimación llega hasta los estudios sobre discriminación. Si pensamos que este estudio sólo consideró a personas que viven en el el Gran Santiago (607 entrevistados). Qué paea entonces con considerar las opiniones de los que vivimos en regiones.
Un Temuquense discriminado.
Saludos.
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