Diversas instancias nacionales e internacionales, como el Programa Internacional para
Estudios realizados en Chile en la última década permiten sostener que los niños y niñas nunca imaginaron ni buscaron ser envueltos en explotación sexual. Sus testimonios refieren que unos cuantos fueron iniciados por la propia familia, otros por terceros y algunos como continuación del abuso sexual. Para algunos, la transacción significa dinero, objetos, alimentos; para otros, droga y "formas variadas de pago". En ciertas situaciones, la familia aún existe; en otras, sólo la calle y los pares. La escuela es un recuerdo e incluso un anhelo, ya que la mayoría no alcanzó la educación básica completa.
Estos y otros hechos deben ser asumidos como evidencias de una realidad social que demanda decisiones políticas, económicas, sociales y legales urgentes. Igualmente, los antecedentes relativos a los clientes y proxenetas confirman que un requisito esencial para hacer frente a las prácticas de explotación sexual comercial infantil, producir cambios significativos y hacer visible el problema, son las estrategias coordinadas de carácter preventivo.
Finalmente, el compromiso social e institucional con las víctimas, debe dar señales concretas. Se requiere una urgente preocupación de diversos sectores, como parlamentarios, instituciones públicas y privadas, ONGs, organismos internacionales y sociedad civil, a continuar buscando formas de generar mayor conocimiento sobre la explotación sexual de niños y niñas, con el claro objetivo de interrumpir esta práctica, reparar el daño que se les ha causado y ofrecerles la posibilidad de reinsertarse familiar y socialmente.
Toda iniciativa enmarcada en
Lo importante de todo esto es tener el pleno convencimiento que detrás de todo niño, niña o adolescente explotado sexualmente, hay un adulto inescrupuloso que debe ser denunciado y castigado.
2 comentarios:
Es posible que esta realidad tan cruda esté aún tan sumergida?.
Es posible que el silencio se ampare de un contubernio cómplice que irrita más aún el dolor de un niño?.
Te atreves a ver que hay detrás de un niño que se te acerca a venderte flores a las 3 de la madrugada?.
Silencio, dolor, complicidad, ceguera... Nada de esto ayuda a evitar este mal.
He podido ver con asombro como se utiliza muy cotidianamente el concepto de "Prostitución Infantil" en vez de "Explotación Sexual Infantil". Me parece que la gran diferencia es que el primer término alude a una suerte de voluntad o deseo de realizar esas prácticas, y la segunda, como bien dice el post, refiere a que detrás de todo niño explotado sexualmente hay un adulto irresponsable o permisioso que lucra de ello.
Los términos que aparentemente indican lo mismo, tiene profundas diferencias que hay que notar.
Publicar un comentario