sábado, 7 de junio de 2008

Explotación Sexual Infantil… Practica Antigua y Oculta

Todos los días y en cada lugar podemos ver a niños, niñas y adolescentes realizando diversos trabajos, muchos de ellos en horarios y en ámbitos altamente peligrosos y riesgosos para su integridad física y para su formación social. Pero una de las peores formas de trabajo infantil no siempre logramos o queremos verla. En Chile la explotación sexual comercial infantil existe. Sin embargo, conocer su magnitud y características actuales debe constituir un compromiso con los cientos de niños/as y adolescentes involucrados en esta antigua y oculta práctica.

Diversas instancias nacionales e internacionales, como el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT, como así también el Servicio Nacional de Menores SENAME, han desarrollado valiosos proyectos en distintos sectores, aportando recursos técnicos y financieros para reforzar capacidades y experticias para desarrollar registros, normativa jurídica, capacitación, intervención e investigaciones orientadas a la erradicación del trabajo infantil, incluyendo la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) como una de las peores formas. Por su complejidad y la urgente necesidad de interrumpir su avance, se requiere disponer de insumos actualizados para la elaboración de políticas públicas y el diseño de estrategias y programas de prevención, protección y reparación en esta problemática.

Estudios realizados en Chile en la última década permiten sostener que los niños y niñas nunca imaginaron ni buscaron ser envueltos en explotación sexual. Sus testimonios refieren que unos cuantos fueron iniciados por la propia familia, otros por terceros y algunos como continuación del abuso sexual. Para algunos, la transacción significa dinero, objetos, alimentos; para otros, droga y "formas variadas de pago". En ciertas situaciones, la familia aún existe; en otras, sólo la calle y los pares. La escuela es un recuerdo e incluso un anhelo, ya que la mayoría no alcanzó la educación básica completa.

Estos y otros hechos deben ser asumidos como evidencias de una realidad social que demanda decisiones políticas, económicas, sociales y legales urgentes. Igualmente, los antecedentes relativos a los clientes y proxenetas confirman que un requisito esencial para hacer frente a las prácticas de explotación sexual comercial infantil, producir cambios significativos y hacer visible el problema, son las estrategias coordinadas de carácter preventivo.

Finalmente, el compromiso social e institucional con las víctimas, debe dar señales concretas. Se requiere una urgente preocupación de diversos sectores, como parlamentarios, instituciones públicas y privadas, ONGs, organismos internacionales y sociedad civil, a continuar buscando formas de generar mayor conocimiento sobre la explotación sexual de niños y niñas, con el claro objetivo de interrumpir esta práctica, reparar el daño que se les ha causado y ofrecerles la posibilidad de reinsertarse familiar y socialmente.

Toda iniciativa enmarcada en la Convención Internacional de los Derechos del Niño y en la legítima aspiración de erradicar la explotación sexual ayudará a evitar que esos más de 3.500 niños y adolescentes que aproximadamente sufren esta vulneración en Chile, tengan la posibilidad de vivir mejor y proyectar un futuro sin estar bajo la amenaza de esta deplorable práctica.

Lo importante de todo esto es tener el pleno convencimiento que detrás de todo niño, niña o adolescente explotado sexualmente, hay un adulto inescrupuloso que debe ser denunciado y castigado.

Infórmate y denuncia en www.sename.cl; www.opción.cl; www.oirs1@sename.cl; Fono Gratuito 800 730 800


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es posible que esta realidad tan cruda esté aún tan sumergida?.

Es posible que el silencio se ampare de un contubernio cómplice que irrita más aún el dolor de un niño?.

Te atreves a ver que hay detrás de un niño que se te acerca a venderte flores a las 3 de la madrugada?.

Silencio, dolor, complicidad, ceguera... Nada de esto ayuda a evitar este mal.

Anónimo dijo...

He podido ver con asombro como se utiliza muy cotidianamente el concepto de "Prostitución Infantil" en vez de "Explotación Sexual Infantil". Me parece que la gran diferencia es que el primer término alude a una suerte de voluntad o deseo de realizar esas prácticas, y la segunda, como bien dice el post, refiere a que detrás de todo niño explotado sexualmente hay un adulto irresponsable o permisioso que lucra de ello.
Los términos que aparentemente indican lo mismo, tiene profundas diferencias que hay que notar.